19 Feb Marco Caldironi nació con un beef bajo el brazo
Nuestro actor Marco encarna a un argentino traumatizado
Hay veces que una campaña publicitaria causa tal impacto que trasciende su función puramente comercial y pasa a convertirse en una pieza de valor por sí misma, independientemente del producto que anuncie. No es algo muy frecuente, y depende en gran medida del factor suerte, pero es siempre deseable para las marcas que buscan que los usuarios recuerden sus eslóganes, repitan sus mensajes o canten esa canción pegadiza que todos hemos escuchado mil veces hasta la saciedad. En el mundo de internet, este éxito se traduce en vídeos virales que corren como la pólvora, como ocurrió con “Los Mandaos” (personas a las que se les manda hacer la compra) de Lidl en verano del 2019.
Esta serie de videos ideados por la agencia Tiempo BBDO y producidos por Petra Garmon llegaron a sumar más de 10 millones de visualizaciones y marcaron un hito de la publicidad más reciente, tal y como han reconocido muchos medios especializados. Tanto es así que los responsables volvieron para una segunda campaña que se lanzó el pasado mes de enero sobre el “Preciobajismo», un movimiento inventado para la ocasión que supuestamente elevaba el precio a la categoría de arte. El influencer andaluz Carlos Ríos, férreo defensor de la “comida real”, se prestó a hacer un cameo para dar más credibilidad al concepto.
Pero tampoco acabó ahí la cosa. Ahora el mismo director repite una tercera vez, ahora con la agencia sevillana Singular One, con una nueva y original campaña que da a conocer el último alimento disponible desde ya en los supermercados Lidl: la hamburguesa vegana.
En esta ocasión los vídeos recrean un grupo de apoyo comandado por un psicólogo muy comprensivo que ayuda a sus pacientes a superar el trauma de no haber sabido distinguir entre la carne de verdad y la mezcla de garbanzos con productos vegetales que conforman la citada hamburguesa vegana. Todos los miembros del grupo de apoyo son “expertos” en comida animal, vemos un americano amante de las barbacoas, una chef de restaurante japonés y…. nuestro actor Marco Caldironi, un argentino de pura cepa con un gran conocimiento sobre el sabor de la carne.
La comedia nace de la seriedad de la puesta en escena de una situación tan absurda. Es cierto que en EEUU hay una larga tradición de concursos de comer carne, pero es una exageración pensar que Dustin Bacon, el personaje que representa al americano típico de Texas, tema ser desheredado por no poder identificar una hamburguesa vegana siendo hijo y nieto de históricos ganadores de estos concursos.
Igual de cómico resulta que la chef japonesa haya decidido exponer su caso en su lengua natal, idioma que nadie del grupo domina. Y sí, también es fácil comprender la deshonra que tendrá que superar entendiendo la solemnidad casi mística de las tradiciones milenarias orientales, entre ellas el arte culinario.
El director de «Los Mandaos» y «El Preciobajismo» vuelve para una nueva campaña de Lidl
“La campaña estaba pensada para dar paso a tres spots y una pieza larga” nos cuenta el director Humbert Aparicio, “pero a la hora de trabajar e improvisar con los actores empezaron a salir gags y momentos que hicieron crecer mucho la pieza. Al final viendo el resultado, propuse convertirla en una webserie, porque consideraba que el resultado valía la pena, y eso encajó con su estrategia”.
Humbert es quien ha dirigido esta campaña y las dos anteriores. Anuncios que se parecen poco a la publicidad tradicional y que él define como “campañas que son capaces de hablar de algo que le interesa a la gente poniendo en el corazón de ellas el producto”. Según nos cuenta, esta fórmula nace de la perfecta alineación de los tres agentes: la agencia de comunicación que aporta la creatividad, la productora que realiza las piezas y especialmente la marca Lidl, cuyo papel destaca ha sido clave a la hora de tirar adelante las ideas más arriesgadas: “Se nota que trabajas con un cliente valiente cuando te dan carta blanca y confían en ti”. Humbert y su equipo por su parte, aportan “todo nuestro buen hacer”, pero admite que es muy difícil encontrar este “buen rollo” y esta “conexión entre todos”.
A lo largo de toda su carrera ha demostrado que es un director todoterreno que igual rueda publicidad como pilotos para series, ficción, y hasta tiene en marcha su propio canal de Youtube humorístico. Fuera del campo audiovisual, cultiva otras pasiones como la música, a través de su grupo Los Pecas.“Cojo elementos de la ficción y de cosas que he aprendido rodando y las aplico a la publicidad” explica, “pero siempre teniendo en cuenta que son campos totalmente diferentes y que la función de la publicidad es persuadir”. Es decir, no hay que perder de vista que la comunicación publicitaria tiene “un sentido estratégico”.
Llegó a dirigir la campaña viral de “Los Mandaos” a través de un concurso que la agencia Tiempo BBDO abrió para que las productoras presentaran su propuesta, como es habitual. Y asegura que las siguientes campañas también las ha conseguido igual: “No puedes esperar que porque les ha gustado tu primer trabajo con ellos te vayan a llamar para el siguiente. En cada anuncio tienes que hacer un nuevo tratamiento y currártelo igual, este mundo funciona así”.
Como él es uno de los pocos directores que están presentes en el casting actoral, es también el principal responsable de la elección de nuestro talento Marco para su papel en este último spot. “El día del casting también se alinearon los astros”, concluye.
El viaje de Marco
Marco Caldironi llegó a JMA el mismo día del casting para esta campaña, y quedamos tan impresionados con su curriculum que lo mandamos directamente a probar suerte. Marco no conocía el historial de éxito de los anuncios de Lidl “porque ahí no hay Lidl” y tampoco tenía precisamente una gran experiencia en el mundo de los castings: “En general siempre me han llamado para trabajar directamente” comenta, “yo para actuar necesito una mesa, un vaso o poder interactuar con el otro, y en el casting todo esto no está”.
Sí que estaba presente sin embargo Humbert, que “me llevó por dónde me quería llevar” ¡y a los pocos días ya estaban rodando juntos en un piso de Gràcia! Una inmersión plena en el ambiente de los rodajes publicitarios de Barcelona que se antoja un poco fortuita, como también fue en gran parte azarosa su entrada en la televisión de su país.
En 2008, con 20 años, protagonizó un video viral en Argentina en el que imitaba a varios políticos y personalidades famosas de allí. No era un vídeo suyo, y él nunca planeó dedicarse al espectáculo, pero pronto empezó a recibir ofertas de programas de radio y televisión para hacer imitaciones, por lo que acabó abandonando sus estudios de ciencias económicas y se dedicó durante años al show bussiness. Su momento de máximo esplendor lo vivió cuando formó parte de la plantilla de Periodismo Para Todos, un programa del Canal 13 argentino que se asemeja mucho al Polonia catalán, repleto de gags con imitadores caracterizados con prótesis de látex que se emite en horario de máxima audiencia y es seguido con gran atención por casi todo el país.
Ahora Marco busca expandir sus fronteras y se ha venido a España “para probar cosas nuevas”. Su sueño sería “trabajar en una serie de Netflix” porque es muy fan de los contenidos de la plataforma, pero afirma: “estoy abierto a todo”. Suponemos que este es solo el comienzo de un nada convencional camino hacia sus metas.
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